¿Qué es la piel del embutido?

Tenemos que tener muy presente que las tripas o pieles utilizadas para la elaboración del embutido no son iguales.

Podemos diferenciar entre dos tipos de tripas:

01. Natural.
Su origen es el intestino animal (cerdo, oveja, res, caballo o cabra). La más común es la denominada submucosa (rica en colágeno). 
Tienen que pasar por un proceso de limpieza muy exhaustivo y deben de tener origen a partir de animales aptos para el consumo humano y aprobar los requisitos para evitar contaminaciones.

02. Artificial.

  • De colágeno: origen animal y la más parecida a la natural.
  • De celulosa: Utilizada en embutidos cocidos como las salchichas de Frankfurt.
  • De plástico autorizado para uso alimentario: (usado en embutidos cocidos de gran calibre como mortadelas.
  • Además impermeable y que aísle el embutido.

¿Cómo saber si las tripas nos naturales o artificiales?

Las naturales tienen formas irregulares, son curvadas y los extremos bien cerrados (a veces atadas a mano con un cordel).
El embutido final tiene algunas irregularidades, puntos más delgados o gruesos que otros y un aroma especial.

Las artificiales se arrugan en los extremos y se abren un poco. Tienen un aspecto más uniforme, sin irregularidades ni imperfecciones y con sabor neutro.

¿Se puede comer la piel del embutido?

Las naturales tienen origen animal por lo que son aptas para el consumo.
Están recogidas en la norma europea 852/853 de 2004 como alimento, vamos… que se pueden comer.

Las artificiales al estar hechas de celulosa o plástico no son comestibles, lo mejor es quitarla antes de consumir el producto. Lo mejor es fijarnos en las etiquetas de los productos, donde se nos indica que la piel es sintética y lo mejor es no consumirla.

Curiosidades. El polvo blanco en la piel natural.

¿Te has fijado alguna vez en la piel de algunos embutidos como tiene unas manchas blancas, como polvillo?.
Es un hongo llamado Penicillium Nalgiovense y produce una especie de capa mohosa y blanquecina que recubre la piel de algunos salchichones y fuets.

Evita que otros contaminantes estropeen el producto y crea esa esponjosidad característica en ciertos embutidos.

Necesita unas condiciones específicas de temperatura y humedad que muchos elaboradores artesanales no tienen, de ahí que muchos productos artesanales no tengan esta apariencia.

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