Llega el otoño y con su llegada aparecen elementos que acompañan a esta estación y que hacen olvidar nuetros días de playa. Las hojas de los árboles caen, sacamos de los armarios los jerseys y, como no, aparecen las bellotas.

La Bellota

La bellota es un fruto que pertenece a árboles de la especie quercus (encinas, robles, alcornoques y los quejigos).

La encina se divide en dos subespecies: la rotundifolia y la ilex.

En España las mejores dehesas se encuentran en el oeste del territorio y es en estas dehesas, donde el cerdo ibérico se cría, sobre todo, con la bellota rotundofilia (alargada y amarga).

Pero los cerdos saben diferenciar entre las bellotas, disfrutando de la bellota quejido (dulce) que es de las primeras en caer. No suelen hacer “feos” a la hora de comer otras bellotas como la del alcornoque, pero las de el roble, si la pueden evitar, mejor.

El cerdo de bellota

Los cerdos de bellota son cerdos de raza ibérica que se han alimentado con bellotas y otros alimentos naturales durante “la montanera“.

¿Qué es la montanera?
Es la época del año en la que el cerdo ibérico aprovecha las bellotas caídas de las encinas, de finales de octubre principios de noviembre hasta mediados de marzo.
Es cuando la bellota de encina comienza a caer.

Los cerdos entran a la montanera con unos 15 meses de edad y pesando unos 90-115 kilos, llegando a los 180 kilos cuando acaba dicha montanera.
Es interesante recordar que los últimos 46 kilos que engorde el animal deben de ser con productos naturales de la dehesa como bellotas, hierba o raíces.

El cerdo ibérico de bellota puede llegar a comer de 6 a 10 kilos diarios de bellota. Para ello, tendrán que hacer “músculos” durante los 6-8 kms que han de recorrer hasta llegar al alimento.

 

La importancia de la bellota en la dieta del cerdo

La calidad de los cerdos ibéricos de bellota se basa en un proceso de crianza muy específico, exigente y selectivo.

Este cerdo disfruta de la libertad en la dehesa y se alimenta con bellotas de encinas, quejigos y alcornoquesa, lenriqueciendo tanto a los jamones como al resto de la carne. Y recuerda, los cerdos ibéricos, como se encuentran en la dehesa en libertad, realizan mucho más ejercicio (mejor jamón).

Además, un cerdo que se ha alimentado de bellota posee una propiedades nutricionales muy saludables. La bellota es el fruto de la encina, el roble y el alcornoque, poseyendo un 92% de grasa.

Curiosidad: esta grasa tiene más de un 80% de ácido oléico, que es uno de los componentes principales del aceite de oliva virgen. Esto quiere decir que el nivel del colesterol en este jamón no sea muy alto. Es  más, este tipo de grasa tiene un impacto positivo en el organismo: ayuda a reducir lo conocido como «colesterol malo» y potencia el beneficioso. 

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